
Sucedió hace 20 años que, un día llegue a la casa de Amelía, una sabia anciana de 87 años, que vivía sola en un viejo departamento en el centro de la ciudad, su hijo había muerto en un trágico accidente automovilístico, y su marido anteriormente de un infarto letal, así que yo solía visitarla de vez en cuando y nos sentábamos a conversar
por largas horas tomando una taza de té o café.......
Me gusta de vez en cuando pasármela con los ancianos, ya que sus anécdotas de experiencia de la vida y consejos, siempre me dejan algo positivo además de ser muy tiernos y dulces.....
Esa tarde tenía una gran confusión en mi cabeza y el corazón exaltado....., me había ilusionado con un chico, que había conocido originario de Estocolmo Suecia, con un porte extraordinario, parecía un príncipe azul sacado de un cuento de hadas, que había venido en uno de esos Intercambios Estudiantiles que organiza la A.F.S, y tan sólo estaría en el país por 3 meses...
Este chico aparte de ser muy guapo, era realmente divertido, pero tenía un carácter dominante y posesivo....
Me gustaba y me atraía, pero habían muchas cosas en él que no me concordaban; él también se había enamorado locamente de mi y me propuso llevarme con el a su país......
Tenía que tomar una rápida decisión, que implicaba dejar a mi familia, mis estudios y asumir la responsabilidad de una relación a muy corta edad, sentía mucha atracción por el pero no creía que fuese el hombre de mi vida.
Se lo conté a mi amiga Amelía, la cual me dijo mirándome fijamente a los ojos:_ Mi niña, el corazón es caprichoso, pero la mente no, para tomar una decisión certera, tiene que haber equilibrio entre los dos.......
Toma una hoja de papel y separala con una línea vertical, en una lado coloca lo que te gusta del chico, y del otro lado lo que no.
Si el lado de lo que te gusta tiene más peso, pues el es el hombre de tu vida y debes ir con él, pero si es todo lo contrario, dejarlo ir.
Pues así lo hice y decidí dejar ir al chico, y nunca más supe de él.....
Amelía murió hace 5 años, pero me dejó una gran herencia,
EL CONOCIMIENTO Y LA SABIDURÍA DE TOMAR UNA GRAN DECISIÓN.
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